lunes, 4 de enero de 2010

domingo, 26 de abril de 2009

CUENTOS BREVES

CELOS

Cuento breve

Cuando Juventino Ramos sacó el revólver del armario, ya estaba presintiendo que esa tarde seca del mes de marzo, cambiaría su vida para siempre.

Y es que todas las habladurías del poblado eran unánimes en afirmar que ese contoneo de caderas que en los últimos tiempos había lucido Nicanora, su mujer, no podían ser algo natural en su personalidad, sino que estaban dictados por ese cambio de vida y de pensar, que había surgido desde aquella tarde en que Valerio Ruales la había sacado a bailar en casa de Josefina Chalá.

Las Chalá eran un par de solteronas, que distribuían su tiempo entre las visitas al santísimo, en hacerle las novenas a sus santos predilectos, entre sus pequeños trabajos de encuadernación y en ponerse al día en todos los chismes que eran la comidilla de la población.

Josefina , la mayor de ellas empezó su labor de comunicadora de ese día y le espetó a bocajarro a Carola:

¿ Ve, será verdad que Juventino ya se enteró de lo de su mujer, con el haragán de Valerio?.......

- Pues yo creo que si, pues ya era imposible tapar el sol con un dedo. Es que Nicanora ha cambiado mucho; tanto que no volvió al asilo a llevar la limosna que acostumbraba entregarle a los viejitos y ni se volvió a asomar por la iglesia, para el rezo del rosario de las seis.

Y es que Nicanora Ramirez, mujer a carta cabal, en otras épocas un dechado de virtud, que se distinguía entre la sociedad de Llano Largo por ser la persona más caritativa, más colaboradora en todas las actividades sociales y con un corazón más grande que el de todas sus gentes reunidas, se había trasformado de manera radical y solo tenía tiempo para pensar en maquillajes y en acicalarse con todos los afeites, mascarillas y lociones que llegaban a la pequeña boutique de Dilia Copete.

-Será que la han visto entrar al reservado que tiene Dilia en la parte de atrás de la huerta de su casa?-

- Pues no te sé decir, Josefina, pero es que ese vividor de Ruales es un condenado pa´ decir las cosas más hermosas, cuando de enamorar se trata. Tiene una labia melosa y almibarada que la hace a una volverse una melcocha. Si hasta a mí, que tengo mis buenos almanaques encima, me ha tirado la alfombra y he estado a punto de entornarle mis oídos para que me siga arrullando con esos piropos que me han puesto las piernas como galletas y que me trasportan y despiertan esos diablos de la lujuria que creía tener erradicados de mi vida.

Valerio, además de bueno para nada, según algunos, tenía una disposición para la literatura y la poesía, que le había ganado en sus años mozos el calificativo de: “ El poeta del amor”, pues sus escritos y poemas siempre iban precedidos de cierto airecillo erótico que despertaban la envidia entre sus compañeros de parranda y de noviazgos.

Por eso Nicanora, guardaba con verdadera devoción en aquella rendija de su mata de geranio, el último papelillo que Valerio le había deslizado furtivamente al entrar en el pequeño almacen de Dilia, su amiga. Contenía el último poema que su pasión por Nicanora le había inspirado. Decía así:

“Esta noche que estás sola y sin nadie que estruje tú pelo, que no sabes respirar sin otra herida que la que te ha dejado mis palabras, ahora es cuando de veras te conozco y pienso que nunca has aprendido a mirarte sin mis ojos, a lucir otra sonrisa que no sea la que a mí, más de me gusta; espero que tengas en tus manos ramilletes de esperanzas que te ayuden a migrar a las regiones del sueño. Apresúrate, corre, envía por las cuerdas de tu voz esa manera de aferrarte a las cosas ya pasadas. Y vuelve, vuelve ahora sobre tus pasos quedos y callados para que recuperes lo que eras; para que no dejes ir por las rendijas del olvido, las cosas que hoy te salvan y que te hacen escoger cómo vivir; cómo vivir ahora lo que eras. Apóyate en mis manos y veras como la luna vuelve a cobijarse entre tus horas, con esa quietud que nunca has manejado, que se rebela contigo y que te reta a que te desnudes como siempre, a que dejes de ser tan opacada y distante con quienes más te quieren. Záfate esas prendas de pudor que no te lucen y bótalas al viento,

Para que no te enredes sin saber cómo volver a ser lo que antes fuiste.

Enrédate en mis brazos, repta por ellos, aférrate a mis hombros, cabalga, cabalga, sin nadie te diga lo que debes hacer; hazlo así por favor y me darás las gracias, por haberte despojado de lo que no te deja ser tú; lo que te impide que seas la verdadera esencia de todas las cosas.”

Tuyo,

Valerio.

Con la toda parsimonia propia de quien sabe que está llevando a cabo la tarea más importante de su vida, Juventino miraba y remiraba con verdadera fruición el arma que había pertenecido a su padre y que una desgraciada tarde del mes de octubre del año cincuenta, le había regalado, después de sufrir un infarto que lo mantuvo con vida algunas horas y que le causó la muerte, en medio de la consternación de su familia.

- Será que este infeliz, saldrá con vida, cuando le descargue los cinco tiros tuyos? –

Le dijo al arma con una convicción y una certezas, que hacían pensar, que en vez de estar hablando con un simple instrumento para disparar, lo estuviera haciendo con el amigo que siempre había tenido y que había permanecido oculto en el fondo del armario. Solo que ahora por las meras artes de su birlibirloque mental se había erigido en su inseparable aliado, dispuesto para la hora decisiva.

Lo desarmó y puso las piezas encima de la felpa de color rojo, en la que lo había envuelto durante tantos años. Aceitó cada una de sus partes, con minuciosidad de relojero y cuando ya estuvo completamente lubricado, lo volvió a armar y limpió su cañón y los orificios del tambor con el gusanillo de pelos entorchados que también había sido propiedad de su padre. Por último lo brilló, dejándolo reluciente, como acabado de salir de la fábrica.

Mientras tanto, en una tarde sofocante y clara, entre los aromas y fragancias que despedían las lociones y los productos cosméticos del pequeño almacén de Dilia Copete, se liaba una conversación entre esta y Nicanora, que dejaban en el ambiente un clima de tensión y ansiedad que hacían presentir que la situación tranquila y apacible de esa pequeña villa, iba a tener un desenlace fuera de la común.

- Creo mi querida Nica, que tu marido ya ha descubierto lo tuyo con Valerio.

- No puede ser – ripostó Nicanora…………………………

En ese momento en la boutique de Dilia, se produjo una explosión de proporciones inmensas, pues esta por la prisa de comentar con su amiga las últimas noticias sobre el chisme que era la comidilla en Llano largo, había dejado a medio cerrar la perilla de la pequeña estufa que utilizaba para calentar la cera que utilizaba para las depilaciones de sus clientas y pummmmmm……………………., el local se había llenado con el fulminante estruendo de la explosión……..

Juventino, aturdido y somnoliento todavía, se despertó asustado y conmocionado todavía por el ensordecedor ruido que todavía zumbaba en sus oídos y se dio cuenta que para su fortuna, todo no había sido más que una de esas pesadillas que en los últimos tiempos lo había estado mortificando y que ahora sin duda alguna achacaba a esas comidas de fríjoles con tocino, que acostumbraba a cenar en el restaurante “ El excelso “, de doña Josefa Salcedo.

Por primera vez también, cayó en cuenta que esos celos malsanos que eran las causa de sus continuas peleas y recriminaciones con su esposa Nicanora, lo estaban llevando a un verdadero paroxismo emocional que era preciso empezar a revisar y a cambiar ……………………………………



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LA LOCA

La loca, le decían los transeúntes que la miraban al pasar. Pero sucedía que ella todos los días a las 3 de la tarde, asumía como un rito incuestionable el acicalarse con los mejores afeites que guardaba en su caja de cosméticos, parada en la esquina de la calle real, sin importarle en lo más mínimo que la mirasen los curiosos que pasaban por el lugar.

Y es que Linda, así a secas, como había decidido llamarse desde hacía veinte años, luego del abandono imprevisto de su novio, quien la había dejado esperando en esa esquina precisamente, había quedado en una especie de nebulosa mental, que le hacía pensar que el desaparecido pretendiente iba a presentarse en ese escogido lugar de encuentro.

Cuando las horas del atardecer hacían su presencia y las gentes regresaban presurosas de sus lugares de trabajo, ella de manera imperturbable, se embadurnaba la cara de crema limpiadora para el cutis y religiosamente procedía a desmaquillarse y a quedar nuevamente con la cara lavada, tal como se encontraba cuando llegaba a su entrañable esquina y regresaba a la pequeña habitación de la casa de inquilinato, en donde residía desde hace muchísimos años.

Que por qué era tan rigurosa, tan constante y tan cumplidora de esta obligación?

Porque ella, que había sido la consentida de su padre, siempre le había escuchado decir que las obligaciones, así como las citas de honor, había que cumplirlas costara lo que costase.



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viernes, 3 de abril de 2009

MICROCUENTOS

ALZHEIMER



Salió la abeja a volar y a buscar el alimento. Sabía el sitio y el lugar exacto donde hallarlo. No tenía duda alguna sobre la ruta de su camino.

Sin embargo cuando llegó, no recordó que estaba en medio de un sueño y que en este, ella apenas se encontraba recordando como sería la ruta del camino para encontrarlo.

Así que sin pensarlo más, dio media vuelta, regresó y recordó que eran varias las veces que se olvidaba de las cosas.

¡ Cosas del Alzheimer !, pensó.



SOBERBIA



La luz pensó, que objeto tiene que salga de su pensamiento Creador, para alumbrar este caos que no tiene pies, ni cabeza?.

_ ¡ No seas soberbia y obedece ¡.




LA FIESTA DE Pi



- Como estás 3?

- Muy bien, esperando a 14 y tú?

- Pues retrasado, esperando a 16 para entrar a la fiesta de ofrece Geometría, la dueña de casa.

CARTAS CRUZADAS SOBRE EL BAMBUCO OCAÑERITA





INTRODUCCIÓN.

Entre los meses de febrero y abril del año 2007, sostuve con mi entrañable amigo Gabriel Angel Páez, fallecido hace poco, un cruce de cartas muy ameno sobre la tésis esgrimida por mí, sobre un episodio que muy pocos conocen, pero sobre el que mi gran amigo Rodolfo Meza es testigo de excepción pues lo vivió por su cercanía con Alfonso Carrascal Claro y conmigo.

La tésis, por mí sostenida, hace alusión a que en la factura literaria del bambuco Ocañerita, cuyo conocido e indiscutible autor es Miguel Angel Quintero Pacheco, van intercaladas dos estrofas en la segunda parte del bambuco que son de la autoría de mi hermano Alfonso Carrascal Claro. Son ellas:

Los cielos de mi tierra / se han quedado en tus pupilas / cantan los horizontes / cuando vas por las veredas.

La montaña al mirarte / se ha quedado pensativa / engarzada en tu falda / cual sutil enredadera.

Sigo sosteniendo sin lugar a dudas, que el autor del precioso bambuco es Miguel Angel, pero que tiempo despues de su composición, le fueron agregadas las dos estrofas a que he hecho referencia y cuyo autor para la posteridad histórica es Alfonso Carrascal Claro, como que dichas estrofas las empezamos a cantar a dos voces entre los dos, por allá en los años cincuenta del pasado siglo.

Mi sugerencia, para captar completamente el tema, es empezar la lectura desde las cartas cursadas desde el mes de febrero, hasta las últimas del mes de abril de 2007.

Preferí dejar los correos con sus cartas, tal como fueron apareciendo en la bella página de mi dilecto amigo y gran estudioso de la Historia, doctor Guido Pérez Arévalo laplayadebelen.org

Carlos Carrascal Claro


1. Chinácota, 26 de febrero de 2007

Carlos, Gabriel Angel:

Deseo publicar, si ustedes me autorizan, la correspondencia cruzada sobre nuestro precioso bambuco "Ocañerita". Es una buena oportunidad para mostrar a dos notables exponentes del género epistolar, en un debate que mueve nostalgias y estimula en la distancia una copita espirituosa.

"Ocañerita y "La mugre", hacen parte de nuestro patrimonio y recuerdan el talento de claros exponentes de la música y la poesía regional. Guardo especial afecto y admiración por Alfonso Carrascal Claro, personaje irrepetible del folclor ocañero. En mi viejo baúl guardo, como reliquias, algunos casetes de parrandas inolvidables, que tuvieron como escenario la casa de mis abuelos en La Playa de Belén; en esas grabaciones perduran la prosa limpia, el verso sublime y las cargas de amor de Alfonso Carrascal Claro. Flor María, Clarita, su Ocaña y sus raíces, entrelazadas con mis ancestros maternos, surgían de su prodigiosa garganta en aquellas noches de bohemia.

Nadie ha querido tanto a Ocaña como Alfonso Carrascal Claro. Cordial abrazo, Guido


CARTAS CRUZADAS

La carta es fuente de la historia, como manifestación escrita. Las cartas privadas o públicas, cruzadas entre dos o más interlocutores, hacen parte del género epistolar (Del latín epístola, carta o misiva). Es un medio de comunicación con testimonios milenarios, pues en la antigua China, 4000 años a. de C. y en Egipto, 2500 años a. de C., se contaba con una red de mensajeros para intercambiar información. Investigaciones históricas nos dicen que el imperio inca, antes de la llegada de los españoles, contaba con eficiente servicio de correos. Las cartas se escribían sobre papel de arroz de China, tablillas de arcilla romanas, rollos de papiro. María Isabel Yagüe, fuente de los datos citados, asegura que el sello se utilizó primero en Gran Bretaña, en 1839 y en España se adoptó en 1850.

Surgen estas breves reflexiones a propósito de las cartas cruzadas entre los poetas Carlos Carrascal Claro y Gabriel Angel Páez, sobre la inspiración del bambuco "Ocañerita", cuyas copias tuve el privilegio de recibir. Se trata de una valioso aporte al folclor regional.

Con la anuencia de sus autores, presento:

Con motivo de los setenta años de la Banda Municipal de Ocaña, en el año 1992, con apoyo de Colcultura y la Alcaldía Municipal de Ocaña se grabó un disco de larga duración. Este LP de antología que conservo tiene temas de meritorios músicos de Ocaña y su provincia.

En la carátula de este álbum musical: una joven que he llamado "La ocañerita", hermosa obra del pintor Rodolfo Valenzuela Rueda. Gabriel Angel Páez Téllez

Indiferente al paisaje en la tarde que muere,
en su rostro de diosa, su boca de coral
dice en frases audibles a la tarde que espere…
Mientras luce en su rostro, lo mejor de un rosal.

En los ojos divinos de la linda ocañera
lleva cielo de estrellas por su azul limpidez;
en sus lindas pupilas, en su abismo quisiera:
sumergirme en su cosmos, infinito tal vez.

Juvenil y radiante la joven que danzara
con sus prendas hermosas del divino folclor;
modelo virginal, que un óleo fiel plasmara
en área de Estoraques: castillos de amor.


25. Medellín, 9 de abril de 2007

Guido, demás apreciados amigos:

Parece que el tema del bambuco OCAÑERITA da para largo, si se tiene en cuenta que hay otra versión de este nuestro Himno Folclórico Regional, que en algunos términos es diferente al presentado por el artista y compositor Carlos Carrascal Claro; el publicado por el diario La Opinión, de la ciudad de Cúcuta; y la versión que aporta en este debate folclórico, en pro de la

Historia del bambuco Ocañerita, doña Liliana Quintero Zurek, hija de Miguel Angel Quintero Pacheco.

En el libro SOCIEDAD E IDENTIDAD el historiador ocañero Jorge Meléndez Sánchez, en las páginas 81 y 82, presenta la letra del bambuco OCAÑERITA. El texto publicado corresponde al que hizo llegar Carlos Carrascal; pensé queen el disco larga duración que Producciones Orlando Galas y Cía., grabaron en el LP OCAÑA, Geografía del Recuerdo, para conmemorar el Sesquicentenario de la gran convención de Ocaña, en el año 1978, en la ciudad de Bogotá, fuera esa letra la interpretada, pero para mi sorpresa: encuentro que es diferente en algunos términos. A continuación doy a conocer la letra que puede seguirse en el disco larga duración, lado 1, primer tema. (Observen los cambios con relación a las versiones del bambuco Ocañerita, publicadas hasta el presente, 8 de abril de 2007, en esta página Web.)

En este acetato de Suramericana de Grabaciones- Bogotá, el bambuco Ocañerita se presenta en su verdadera dimensión. Su audición es magistral en la instrumentación y canto. Era de esperarse, ya que al frente de este trabajo musical, con la supervisión de Sonolux, actuó el conjunto del maestro Francisco “Pacho” Zapata y profesores de la Banda Nacional. En el canto del precioso bambuco: las hermosas voces a dúo de Nubia Ordóñez y Julio César Alzate.

OCAÑERITA

Eres linda ocañerita
del alto de Torcoroma,
fresca cual los helechos
que prenden por esas lomas.

Te quiero ocañerita,
como se quiere a la fuente,
y por eso yo te mando
un beso por la corriente. (Bis)

Son mis amores tuyos
ocañerita adorada
y tus ojazos negros
estrellas son de mi alma.

Te quiero sólo a vos
y de mí sos la esperanza,
ocañerita querida
eres tú reina de mi alma.

Los cielos de mi tierra
se han quedado en tus pupilas,
cantan los horizontes
cuando vas por la vereda.

La montaña al mirarte
siempre queda pensativa
engarzada en tu falda
cual sutil enredadera (Bis)

Son mis amores tuyos…

La estructura general de Ocañerita, con algunas variaciones, está en versos octosílabos, de allí que para la medición silábica la versión que Carlos presenta en algunos apartes está acorde con esta medición “Yo te quiero ocañerita” suma nueve sílabas, pero la sinalefa, que destaco en negrilla, le quita una y queda en ocho sílabas .Pero en esta copia tambien hay problemas de medición : “Estrellas son de mi alma” que presenta ocho sílabas, pero la sinalefa le quita una sílaba y queda en siete. Hay falencia métrica.

La versión de doña Liliana y la publicada por el diario La Opinión, dice: Te quiero ocañerita, así la cantan Julio César Alzate y Nubia Ordóñez, pero observemos: Te quiero ocañerita, en la sumatoria silábica presenta: ocho, menos la sinalefa siete sílabas. Esto rompe la armonía métrica…

Recuérdese que la historia de este bambuco, que puede leerse en esta página Web, cuento algunos pormenores, entre otros, que don Rafael Contreras le dio a este bambuco instrumental varios nombres, y que finalmente, para gloria nuestro folclor regional, ajustó la música a una letrilla de versos octosílabos que el Dr. Miguel Angel Quintero había escrito con el título de OCAÑERITA.

Tengo la convicción de que el poeta Quintero escribió la letra en su medición de octosílabos, pero al ajustarse para la música del bambuco del maestro Contreras se sacrificó la estructura literaria a favor de la mejor sonoridad,esto es lo que encuentro en el LP Geografía del Recuerdo.

En esta versión aparece la contribución de Alfonso Carrascal que hizo su aporte literario con dos cuartetas que son las que precisamente dan origen a críticas por parte de quienes no analizan la poesía en su mundo maravilloso regido por las musas , divinidades de poesía y el canto, que desde tiempos inmemoriales son esquivas para tocar con su luz a las mentes profanas.

Al hacer este aporte quiero insistir a todos los que participen en CARTAS CRUZADAS que no se trata aquí de menguar la obra de Miguel Angel Quintero Pacheco, él es el autor del poema OCAÑERITA escrito originalmente en una estructura de versos octosílabos, versos de los cuales se conserva su sencia. Su poema original en gran parte fue sacrificado en el altar del folclor, para encajar su escrito literario en la musicalidad rítmica de uno de los más hermosos bambucos colombianos.

Cordialmente, GABRIEL ANGEL PÁEZ TÉLLEZ


24. Ocaña, 7 de abril de 2007

Guido: saludos cordiales.

Aunque se dice que a una dama no se le debe tocar "ni con el pétalo de una rosa", me da una pena enorme tener que contradecir a la señora Liliana Quintero Zureck, cuando envía para evitar "malos entendidos", una página del libro

de poemas editado por la familia luego del fallecimiento de Miguel Ángel Quintero Pacheco, que no correponde con la del libro que fue prologado por Saúl Calle Alvarez y que según Liliana su edición fue reducida y solo para las personas más allegadas.

La página original del libro que tengo en mi poder y que es exactamente igual a la que envió nuestro amigo Luis Eduardo Páez García, escaneada, no contempla las dos estrofas finales, que he sostenido son de la autoría de Alfonso Carrascal Claro.

Como he dicho anteriormente, mi interés no es el de encontrarle coautorías al famoso bambuco, sino reconocer para la historia que la letra de Miguel Ángel, contó con la inspiración poética de Alfonso en las estrofas aludidas y queéstas le dieron a la canción unas pinceladas hermosas de paisaje y de sabor terrígenos, que embellecen ese retrato de amor del autor para su ocañera de ojazos negros.

Agradezco que tú con el rigor histórico que te caracteriza, luego de las comprobaciones pertinentes, le imprimas a este amable cruce de cartas el final que debe tener, y que mi participación no quede ubicada en los linderos indeseables de la duda.

Con aprecio, Carlos Carrascal Claro


23. Cúcuta 2 de abril de 2007

El excelente amigo de muchos años Guido Pérez Arévalo invitó a terciar en el debate sobre la autoría del bambuco Ocañerita mas encuentro que ya todo está dicho, cerrando la polémica la hija del poeta, doña Liliana Quintero Zurek.

No hay caso: el autor de la letra fue Miguel Angel Quintero y no Alfonso Carrascal, y punto.


Apenas formulo dos comentarios:

Recuerdo de mi época de juez promiscuo del circuito de Ocaña las tertulias o tomatas en que estaba el maestro Miguel Angel Quintero, y los infaltables Rafael Peláez y Samuel Montes, al que le cantó Carlos Carrascal Claro en la composición El compadre Samuel. Recuerdo vivamente que en una tenidaaguardientosa Samuel me confesó que era de la CIA y que recibía sueldo en dólares; donde hay un tiple, no hay pelea, me dijo Samuel. No sé si queria chicaniar con lo de la CIA pero de todos modos yo me convertí en receptor de un secreto que hasta ahora revelo. O tal vez aquello hacía parte de la chispa del maestro Samuel (léase mamadera de gallo).

En cuanto a Ocañerita, quería tocar el tema de los ojos, pero
ya Mario Javier Pacheco lo hizo. O la chica los tenía negros o azules, porque no recuerdo que el maestro Quintero sufriera de astigmatismo.

Aquello de querer a la fuente parece que era una pasión e
cológica que a los nacidos por los años 50 a 60 del siglo XIX ya se les había despertado, antes de que se hablara del medio ambiente. En Cúcuta hubo también un señor que hablaba con el río Pamplonita, y así como don Miguel Angel le mandaba a la amada un beso por la corriente, el de acá le encargaba al caudal abundoso que le pusiera cuidado a ver si a ella se le agitaba el pecho y con él lemandaba razones como que le dijera cuánto la adoraba y cuánto sufría por su amor. Asi son los poetas: soñando pendejadas.

Hay otro verso muy hermoso en la Ocañerita : "la montaña a
l mirarte siempre queda pensativa". En el paseo vallenato Matildelina el maestro Julio Erazo talló esta incomparable perla: "cuando Matilde camina, hasta sonríe la sabana".

La Maye se volvió terrorista y pirómana y en un arrebato de celos con una carioca, vean todo lo que iba a hacer, según lo canta el maestro Rafael Escalona: " me mandaste a decir, que si yo me iba con ella, tú quemabas la frontera, de Colombia y el Brasil". ¡Las locuras sublimes del amor y las vainas tan hermosas de los poetas! Ellos las llaman metáforas.

Pasando a otro tema, te cuento, Guido, que encuentro en mis i
nvestigaciones episodios de todo género, que si Dios quiere iré compartiendo con los lectores de la Playa de Belén. Por ejemplo, la inscripción de las partidas de defunción de la parroquia de La Cruz (hoy Ábrego) se interrumpen en un momento dado por culpa del general Uribe Uribe. El padre Alberto Jaime, cura de grata memoria allí, escribió en la página 239 del Libro de Defunciones de 1900:

"Desde hoy trece de junio de mil novecientos hasta el treinta
del mes de julio, no figuran las defunciones habidas en este lapso de tiempo por haber tenido que abandonar la parroquia á causa de la entrada de las fuerzas Revolucionarias del general Rafael Uribe Uribe á este pueblo que quedó en completa miseria y desolación, de que doy fé".

Sin embargo, el padre Jaime prolongó unos seis días su
extrañamiento en el monte, ignorante de que el general Evaristo Villamizar había derrotado el 24 de julio a los 200 hombres que había dejado Uribe al mando de Andrés Albarracín.
De modo que es inútil buscar en ese mes y medio quiénes
fallecieron en Ábrego.

Un fuerte abrazo de tu amigo y admirador de tu gran obra
cultural.


ORLANDO CLAVIJO TORRADO

(Mi foto, baja la de La Opinión, no importa que sea la de la

primera comunión).


22. Bogotá, 21 de marzo de 2007

Guido:

Como anécdota coloquial, contada por el entrañable amigo de papá, Saúl Calle Alvarez, la música y letra del bambuco "Ocañerita", nacieron así: José M. Morales Berti, casado con Agripina Pacheco (tía de Papá), fue el propietario del teatro Morales Berti. A la inauguración fue invitado Rafael Contreras Navarro, para que amenizara la reunión con una de sus obras;pero el portero no lo dejó pasar porque llevaba unas copitas de más. El había escogido, para la presentación, un bambuco de su autoría, titulado "Morales Berti"; su disgusto fue tan grande, por la actitud del portero, que decidió cambiarle el nombre al bambuco por el de "BARBATUSCOS".

En alguna ocasión, papá se encontró con él y le dijo que tenía una letrilla para que le adecuara la música. Rafael le preguntó:

¿Cómo se va a llamar? Papá le contestó: "Ocañerita". Entonces el maestro Contreras Navarro adecuó el bambuco "Barbatuscos" a la letrilla de "Ocañerita". Así nació el bambuco, convertido ahora en himno de los ocañeros, que nos hace vibrar cuando lo escuchamos y el orgullo sale a flote.

Sobre los Poemas:

Mamá, Clara Zurek de Quintero, quien siempre tuvo la inquietud de reunir en un libro los escritos de papá, poco a poco fue recopilando todos los poemas y Saúl Calle Alvarez, ocañero, músico, compositor, historiador y amigo del alma, corrigió, con la anuencia de papá, la recopilación y escribió la presentación del libro "con el cariño de dos hermanos".

Saúl hizo la corrección en su finca "Tacaloa", de San Francisco(Cudinamarca), el 25 de Junio de 1988. El libro fue editado por su hijo, músico, Mauricio Calle Ujueta y se entregó en una reunión familiar en Cúcuta, el 24 de diciembre de 1988.

Papá, ya enfermo, se emocionó mucho y se tomó su último trago. Murió en Bogotá el 4 de agosto de 1989.

Se editaron muy pocos ejemplares, para hijos, nietos, familiares y amigos. Como dice Saúl: "Su escasa producción es suficiente para dejar indeleble huella", y para que "…en ancas del 'fosforito', Miguel Angel los lleve a "…viajar por las trochas del viento y del recuerdo".

A través de este libro conocemos el alma campesina, su sencillez ysensibilidad, su alegría por amar y vivir; y donde refleja el amor a su esposa, a sus hijos, a sus amigos y a su tierra: Ocaña.

Espero esto sea un aporte para aclarar los malos entendidos,

un saludo. Liliana Quintero Zurek

Letra enviada por Carlos Carrascal Claro

Letra publicada en La Opinión.


Ocañerita

Eres linda ocañerita
del alto de Torcoroma,
fresca cual los helechos
que prenden por esas lomas.

Yo te quiero ocañerita
como se quiere a la fuente,
y por eso yo te mando
un beso por la corriente.

Son tus amores míos
ocañerita adorada
y tus ojazos negros
estrellas son de mi alma.

Yo te quiero sólo a vos
y de mí sos la esperanza,
yo te quiero ocañerita
eres tú reina de mi alma.

Los cielos de mi tierra
se han quedado en tus pupilas,
cantan los horizontes
cuando vas por la vereda.

La montaña al mirarte
se ha quedado pensativa,
enredada en tu falda
cual sutil enredadera.

Ocañerita

Eres linda ocañerita del
alto de Torcoroma,
fresca cual los helechos
que prenden por esas lomas

te quiero ocañeritacomo
se quiere a la fuente,
y por eso yo te mando
un beso por la corriente.

Son mis amores tuyos,
ocañerita adorada
y tus ojazos negros
estrellas son de mi alma.

Te quiero sólo a vos
y eres mi única esperanza,
ocañerita querida eres
eres tú reina de mi alma.

Los cielos de mi tierra
se han quedado en tus pupilas,
cantan los horizontes
cuando vas por la vereda

la montaña al mirarte
se ha quedado pensativa,
enredada en tu falda
cual sutil enredadera.


Nota: En estas letrillas, además de las

diferencias en algunos versos, falta la tercera

estrofa: "La luna con sus luceros...".



Eres linda ocañerita
del alto de Torcoroma,
fresca cual los helechos
que prenden por esas lomas.

Te quiero ocañerita,
como se quiere a la fuente,
y por eso yo te mando
un beso por la corriente. (Bis)

Son mis amores tuyos
ocañerita adorada
y tus ojazos negros
estrellas son de mi alma.

Te quiero sólo a vos
y de mí sos la esperanza,
ocañerita querida
eres tú reina de mi alma.

Los cielos de mi tierra
se han quedado en tus pupilas,
cantan los horizontes
cuando vas por la vereda.

La montaña al mirarte
siempre queda pensativa
engarzada en tu falda
cual sutil enredadera (Bis)




22. Ocaña, 22 de marzo de 2007

Hola Guido: Saludos recibí tu mensaje donde anuncias la próxima visita de Liliana Quintero Zureck. Bienvenida. Estuve varios días buscando en la biblioteca, la publicación de los poemas de Miguel Ángel Quintero Pacheco. Están prologados por Saúl Calle Alvarez.

Lastimosamente, debido a algunos cambios de residencia, el libro que tiene aproximadamente 43 páginas, carece de sus tapas, de tal suerte que no tengo el nombre del poemario, ni la fecha de publicaciòn. Posiblemente fue en 1988, fecha el prógo. Su contenido: 19 poemas y su presentación en lapágina 5ª. En la página 23 aparece: "Ocañerita", y su letra es:

Eres linda ocañerita
del alto de Torcoroma,
fresca cual los helechos
que prenden por esas lomas.

Te quiero ocañerita como
se quiere la fuente
y por eso yo te mando
un beso con la corriente.

La luna con los luceros
ilumina mi casita,
rodeada de barbatuscos
esperando tu visita.
La luna con los luceros
ilumina mi casita".

Son mis amores tuyos,
ocañerita adorada,
y tus ojazos negros
espejos son de mi alma.

Te quiero solo a vos
y de mí sos la esperanza,
Ocañerita adorada
eres tú reina de mi alma.

Estas son las estrofas de Miguel Angel Quintero. Me da pena ser reiterativo en mi planteamiento, pero sin buscar más honores que los que ya posee Alfonso Carrascal Claro, las dos últimas estrofas que se han cantado desde siempre, son de la autoría de este Quijote, compositor y poeta, que siempre ha dado lo mejor que tiene, por este pedazo de terrón parduzco y querido que se llama Ocaña. Con mucho aprecio,

Carlos Carrascal Claro


21. Medellín, 21 de marzo de 2007

Apreciados amigos: he escuchado varias versiones del bambuco OCAÑERITA, y la que más me gusta es la que interpretan Julio César Alzate y Nubia Ordóñez, en el LP GEOGRAFÍA DEL RECUERDO, que Orlando y Alfonso Carrascal Claro hicieron posible, con motivo del Sesquicentenario de la Gran Convención de Ocaña, en el año 1978. Este disco es una verdadera joya discográfica que conservo.

Hay otra versión de Ocañerita, pero es solo instrumental.

La Banda Municipal de Ocaña para conmemorar sus 70 AÑOS de fundación en el año 1992, y gracias al apoyo del Instituto Colombiano de Cultura COLCULTURA, entre otros, logró la edición de un LP con 14 temas todos estos de connotados músicos de Ocaña y su provincia:

LADO A: OCAÑERITA, Bambuco, Miguel Angel Quintero Pacheco y Rafael Contreras Navarro.

CIELO COSTEÑO, Porro, Jesús Alberto Sánchez Prada.

LÁGRIMAS DE NAVIDAD, Jalaíto; VERRUGA Y ÑAPA, Fandango;

JUANCHO Y ALFREDO, Porro; SUAVE Merengue; y El CALVO, porro, todos estas piezas de la autoría de Guillermo "Memo" Lemus Sepúlveda.

LADO B: ARENALES, Pasodoble, Noel Paba Forero; CAMINO DE RECUERDOS, Fox, Guillermo “ Memo “ Lemus; GUAYAMBAM , Pasillo, Joaquín Emilio Lemus; AMÉRICAS, Danzón, Carlos Julio Melo; LAMENTO GUAJIRO, Bolero, Rafael Contreras; ROMERÍAS.

Porro. Saúl Calle Alvarez; y EL BUEY Bambuco fiestero; Alfonso Carrascal Claro.

El bambuco OCAÑERITA interpretado por la Banda Municipal impone éste y otros éxitos. Esta agrupación magistral en Paipa Boyacá, con la dirección de Memo Lemus, en septiembre de 1989 obtuvo el PRIMER PREMIO en el Concurso Nacional de Bandas.

Un año después la Banda Municipal de Ocaña al no presentarse ninguna Banda Musical que pudiera competir con la nuestra, el premio fue declarado desierto.

La carátula de este disco es un diseño del señor Rodolfo Valenzuela Rueda. Nos muestra a una linda mujer representativa de Ocaña y su provincia. La bella joven Aparece sentada con el vestido típico de la Zona Andina. Su hermoso rostro aparece adornado con flores, posiblemente orquídeas. Al fondo se aprecian los estoraques, área única de reserva natural; y sol, en un instante vespertino en una tarde tibia de verano en el Norte de Santander. (Observar anexo).

En mi opinión, en el idealismo representativo de nuestras mujeres: esta es la OCAÑERITA, y al llamarla así se honra no solo a la hermosura tradicional de las mujeres oriundas de Ocaña sino de cualquiera de los lugares de su provincia que comparten el distintivo de la ocañeridad en sus dones y atractivos naturales y espirituales.

Este dibujo es un diseño excelente, lo escanee y lo hago llegar con mi aprecio personal al director de la página www.laplayadebelen.org con la solicitud de que destaque el nombre del autor Sr. R. Valenzuela. Finalmente, sugiero que esta noble figura femenina presida el tema de CARTAS CRUZADAS, en donde nos referimos a la historia el bambuco OCAÑERITA, nuestro himno folclórico regional.

Cordial saludo, Gabriel Angel Páez Téllez

20. Chinácota, 20 de marzo de 2007.

Carlos, Gabriel Angel, Luis Eduardo:

El diario La Opinión, de hoy, publica la biografía de Miguel Angel Quintero, en el fascículo No. 6 de Biografías Célebres, del Norte de Santander.

En el link muestro la diferencia entre algunos versos de la letra enviada por Carlos y la letra publicada por el diario La Opinión.

El historiador Miguel Palacios, coordinador de "Biografías Célebres", me informó que los datos biográficos y la letra de "Ocañerita", fueron consultados a Luis Eduardo y revisados por la hija del autor, doña Liliana Quintero Zurek (liliana_quinzu@hotmail.com). Telefónicamente, doña Lilianame dijo dijo que su padre le había confirmado la autoría de toda la letra. Cordial abrazo, Guido Pérez Arévalo

19. Ocaña, 18 de marzo de 2007

Luis Eduardo, saludo cordial:

Pensé que nuestra epistolar charla, sobre "Ocañerita", indiscutible
legado musical para "La villa de Caro", que las inspiradas mentes de Miguel Ángel Quintero Pacheco y Rafael Contreras Navarro, generosamente nos entregaron, venía tocando a su fin, pero tu enjundiosa carta del 7 de marzo, y algunas consideraciones que allí anotas, encendieron más de una alarma en los campos de la música y la poesía. Por hechos y circunstancias que he vivido, creo que es deber exponer algunas opiniones sobre estos temas, para contribuir a su esclarecimiento.

Estoy de acuerdo contigo en que debemos ir más allá de la
exégesis con que hemos tratado el tema de la contradicción entre los "ojazos negros" de nuestra: "Ocañerita", y "los cielos de mi tierra se han quedado en tus pupilas". Pero ha sido bellamente oportuna tu reminiscencia de los cielos de Ocaña, en sus enamoradas, bohemias y románticas noches de diciembre,tachonadas de estrellas y luceros, que bien mirados desde las cumbres de Quebradaseca y la casa tranquila de "La villa de las Flores", me hacen reventar el alma y poner los ancestros campesinos a bailar desbocados con ese "sonsonete de ritmos", de que hablara nuestro médico y poeta Emiro Quintero Cañizares, en su "Maribel, marabelito", al arribar a su tierra en un domingo cualquiera.

También estoy de acuerdo contigo, en que la participación de
mi hermano Alfonso no pasa de ser una hermosa anécdota, que se ha traducido en una simbiosis afortunada entre el canto a la mujer amada y los aromas ariscos y ásperos de nuestra vernácula geografía, llena de sentimientos, pues no solamente mira, sino que piensa en esa locuela serrana que se deja envolver sumisa por la majestuosidad del paisaje. Estoy seguro que Alfonso, con ese corazón generoso que siempre lo ha acompañado, no pretende jamás atribuirse coautorías, pues su poesía y su música, tienen la suficiente alcurnia como para pretender restarle méritos a nuestro común amigo: Miguel Ángel Quintero Pacheco.

Es importante llamar la atención sobre esa especie de híbrido
poético y musical desafortunado que tu presenciaste en noviembre del 89, en el Instituto de Cultura y Turismo de Bogotá, como homenaje al maestro Rafael Contreras y que con la integridad y capacidad que te son propias, supiste exponer a nombre de nuestra cara ciudad y te extrañaste, cuando el tenorAureliano Hernández pidió que lo acompañaran, y "nadie dio pie con bola", como simpáticamente tu describes y que se debió sencillamente a una potísima y elemental razón: que nadie, seguramente jamás, que yo sepa, y me cuento entre aquellos que durante más de medio siglo, hemos cantado "Ocañerita", de la única manera que Miguel Ángel la compuso, incluidas lasestrofas finales de Alfonso Carrascal Claro, ha cantado nuestro himno regional de la forma tosca y burda, como fue ensamblada de mala manera para dicho homenaje.

Refiriéndote a las estrofas de Miguel Ángel y Alfonso, dices que
"no hay manera de percibir alguna ruptura entre las primeras estrofas y las dos últimas desde el punto de vista de la estructura formal". Te pregunto Luis Eduardo: ¿será posible que alguien sostenga que hay una idéntica estructura formal, en los versos todos, cantados en el homenaje al maestro Rafael Contreras?.
Absurdo fuera.
Te presento la letra de la verdadera "Ocañerita", autografiada
por el mismo autor y que tengo en mi poder:

ORIGINAL DE MIGUEL ANGEL QUINTERO

PACHECO

Ocañerita

Eres linda ocañerita
del alto de Torcoroma,
fresca cual los helechos
que prenden por esas lomas.
Yo te quiero ocañerita
como se quiere a la fuente,
y por eso yo te mando
un beso por la corriente.
Son tus amores míos
ocañerita adorada
y tus ojazos negros
estrellas son de mi alma.
Yo te quiero solo a vos
y de mí sos la esperanza,
yo te quiero ocañerita
eres tú reina de mi alma.
Los cielos de mi tierra
se han quedado en tus pupilas,
cantan los horizontes
cuando vas por la vereda.
La montaña al mirarte
se ha quedado pensativa,
enredada en tu falda
cual sutil enredadera.

La "Ocañerita" o "Barbatuscas" del homenaje

Te quiero ocañerita
Del Alto de Torcoroma,
Fresca cual los helechos
Que crecen por esas lomas.

Te quiero ocañerita,
Como se quiere a la fuente;
Por eso yo te mando
Un beso por la corriente.
La blanca casita
Que está bajo rojos barbatuscos
Una alfombra de tus flores
Cubre el suelo de colores,
Y así dos corazones
Se funden con dos amores. (bis)
Son mis amores tuyos
Ocañerita adorada
Y tus ojazos negros
Conducen mi oscuridad:
Te quiero solo a vos
Y de mi sos la esperanza,
Ocañerita linda
Tu llenas mi pecho de loca ansiedad.

Y por qué te digo, Luis Eduardo, que es un ensamblaje tosco y burdo, porque a nadie que tenga nociones de poesía, música y composición, se le ocurriría intercalar unas estrofas que en este caso serían como el coro de nuestra canción, que más parecen hechos por arrieros del eje cafetero, con su idiosincrasia montañera y rompiendo de un tajo de manera abrupta, esacadencia y sindéresis poética que traen los versos de Miguel Angel. Saco estos versos aparte, para que veas que el romanticismo campesino, agreste, dicharachero y frentero de Quintero Pacheco, no tiene nada que ver con esa melosidad untuosa y trasnochada de estos desafortunados versos de algún seudocompositor primerizo:

La blanca casita

Que está bajo rojos barbatuscos
Una alfombra de tus flores
Cubre el suelo de colores,
Y así dos corazones
Se funden con dos amores. (bis)

Y refiriéndose a los ojazos negros:

Conducen mi oscuridad:

Y le dice a la "Ocañerita Linda":

tu llenas mi pecho de loca ansiedad.

Habiendo conocido y departido en innumerables ocasiones con Miguel Ángel Quintero y conociendo su musicalidad para los versos y su sobrios conceptos para la composición musical, estoy seguro que hubiera entrado en santa ira al conocer que alguien le endilgaba como suya, esta declaración a su amada:

"Una alfombra de tus flores / cubre el suelo de colores, / y así dos corazones / Se funden con dos amores". Y mucho más, que alguien hubiera dicho que los "ojazos negros" de su amada, "conducen la oscuridad". ¿Hacia donde iba la oscuridad de Miguel Ángel?. No le hubiera quedado más fácil decir al seudocompositor: "Alumbran mi oscuridad"?.

Creo, Luis Eduardo, que hay suficiente tela de donde cortar
en el tema de "Ocañerita". Por el momento, he quedado interiormente más aliviado, al poder sacar a flote estos "pálpitos de mi alma", porque de lo contrario hubiera tenido un fin de semana signado por una fuerte intoxicación espiritual.

Por eso me decidí a escribirte hoy sábado.


Con sincero afecto, para ti y los tuyos, Carlos Carrascal Claro


Cc: Guido Pérez Arévalo, Gabriel Ángel Páez Téllez


18. Ocaña, 18 de marzo de 2007

Hola Gabriel, saludos:

Yo conozco unos versos de "Ocañerita", que cantábamos algunas veces con la anuencia de Miguel Angel Quintero, particularmente con los miembros de la familia García:

Adolfo, Fernando, Rodrigo, Humberto, y las damas de esa apreciada familia, en noches de plenilunio en "El panche", vivienda campestre hasta hoy utilizada, por Doña Nena, matrona, quien actualmente tiene más de noventa años y es la joya de mostrar de la familia.

Esos versos se cantaban, siguiendo la parte intermedia de la música y que también formó parte de la "Ocañerita" original. A mis hermanos y a mí, como integrante del trío que editó el LP "Geografìa del recuerdo", (y menciono esto porque se ha dicho equivocadamente que solo Orlando y Alfonso, editaron el disco. Yo hacía mi segundo año de derecho en la Universidad Libre de Cúcuta, no nos pareció al momento de la edición, que debía ir esta parte, porque nunca en nuestras intervenciones musicales, la incluíamos. Y aquí viene a estar la gran equivocación de quien le adicionó esas estrofas en el año 89.

Porque en la parte a que aludo, también se habla de una casita.Musicalmente hablando, en la "Ocañerita" de nuestro disco, tampoco aparece esa parte que toca la Banda Municipal de Ocaña.

Si tienes el disco de la banda, puedes comparar con nuestro LP.

Y también con el LP, "Serenata a Ocaña", que yo edité en 1993, pues Fernando García era la tercera voz del Trío Hacaritama.


Dicen así los versos en cuestión:

La luna con sus luceros
ilumina mi casita
bordeada de margaritas
esperando tu visita.

la luna con sus luceros
ilumina mi casita.

Posiblemente son de Miguel Angel estos versos, pero en el bambuco autografiado por el autor que tengo en mi poder, no aparecen los mismos. Alguna razón le asistiría a Quintero Pacheco para no incluirlos. Estos versos eran como una especie de muletilla para encontrarse con el coro de la canciòn:

" Son mis amores tuyos...

Espero abundes en tus datos. Cordialmente, Carlos

Ocaña, 20 de marzo de 2007

Hola Guido: Saludos

Como estoy tratando de ser lo màs ajustado a los comentarios sobre " Ocañerita ", quiero agregar a mi carta a Gabriel Àngel Pàez, que cometì un lapsus que debo enmendar. Los nuevos versos que le anunciaba son:

La luna con sus luceros
ilumina mi casita
bordeada de margaritas
esperando tu visita.

la luna con sus luceros
ilumina mi casita.

Creo ser fiel al decir, que el tercer verso de la primera estrofa es: "rodeada de barbatuscas", y de ahì el nombre inicial que llevò nuestro bambuco:

"BARBATUSCAS".

La luna con los luceros
ilumina mi casita
rodeada de barbatuscas
esperando tu visita.

La luna con los luceros
ilumina mi casita.

Cordialmente, Carlos Carrascal Claro


17. Ocaña, 7 de marzo de 2007


Apreciados Guido, Gabriel Ángel y Carlos:

ALGO MÁS SOBRE EL BAMBUCO

"OCAÑERITA".

He leído con interés la correspondencia cruzada entre Gabriel Ángel Páez Téllez, Carlos Carrascal Claro y Guido Pérez Arévalo, relativa a la letra del bambuco "Ocañerita", cuyo autor es el poeta ocañero Miguel Ángel Quintero Pacheco.

En alguna ocasión, escuché de labios del compositor Alfonso Carrascal Claro, lo referente a su participación en la escritura de la letra del referido bambuco que ahora ratifica su hermano Carlos, compositor y poeta quien merece todos mis respetos.

Carlos indica que las dos últimas estrofas fueron factura de Alfonso y sobre ello hace una serie de consideraciones estructurales de los versos mismos. Siendo, tanto Miguel Ángel como Alfonso, conocedores de los metros poéticos y, además, de las armonías musicales, no hay manera de percibir alguna ruptura entre las primeras estrofas y las dos últimas desde el punto de vista de la estructura formal; Carlos afirma que se da en la temática de los primeros (la mujer) y en la de los dos últimos (el paisaje), y para ello se remite al estilo que se encuentra reflejado en otras letrillas de Alfonso.

Hasta aquí, una síntesis de lo planteado en la primera parte de la polémica.

Pues bien, remontémonos un poco al originario bambuco conocido con el nombre de "BARBATUSCAS", que fue el que conocieron hace muchos años los maestros Oriol Rangel y Jaime Llano González, cuando vinieron a Ocaña, invitados por el maestro Rafael Contreras, con quien departieron en Pueblo Nuevo.

El 28 de noviembre de 1989, el Instituto Distrital de Cultura y Turismo, del cual era funcionario el amigo Adolfo (Fito) León Gómez, llevó a cabo un homenaje al maestro Rafael Contreras en el auditorio del Planetario Distrital, dentro de las famosas "Lecturas de Música Colombiana", que semanalmente exaltaban a un compositor colombiano. Me cupo allí la fortuna de hablar a nombre de la Colonia Ocañera y de escribir, como invitado especial, la biografía del maestro Rafael, que fue publicada en Lecturas de MúsicaColombiana. En dicho acto, que registró un lleno completo, interpretó varias de las obras de Contreras Navarro, el Conjunto Orquestal Santafé de Bogotá, bajo la dirección del maestro Jaime Llano (eran parte del grupo los famososHermanos Martínez). El cantante que interpretó el bambuco "Ocañerita", fue el barítono Aureliano Hernández. Veamos la letra de esta melodía, cantada en esa ocasión, y sobre la cual el maestro de ceremonias y Director del Instituto, Albeto Upegui, se refirió aclarando que se llamó originalmente"Barbatuscas":

Te quiero ocañerita
Del Alto de Torcoroma,
Fresca cual los helechos
Que crecen por esas lomas.

Te quiero ocañerita,
Como se quiere a la fuente;
Por eso yo te mando
Un beso por la corriente.

La blanca casita
Que está bajos rojos barbatuscos
Una alfombra de tus flores
Cubre el suelo de colores,
Y así dos corazones
Se funden con dos amores. (bis)

Son mis amores tuyos
Ocañerita adorada
Y tus ojazos negros
Conducen mi oscuridad:

Te quiero solo a vos
Y de mi sos la esperanza,
Ocañerita linda
Tu llenas mi pecho de loca ansiedad.

Por supuesto, cuando Aureliano Hernández pidió a los asistentes que acompaña ran la canción, nadie dio pie con bola, como se dice popularmente. Conservo la grabación de este certamen ¡todavía!

Revisando el poemario que publicó la familia de Miguel Ángel Quintero (Poemas), encuentro que a la letra que hoy conocemos como la de "Ocañerita", le faltan las dos últimas estrofas, lo cual podría interpretarse como que, en efecto, son de la autoría de Alfonso Carrascal.

Sin embargo, si ello fuese cierto, como lo afirma Alfonso y lo ratifica Carlos, la autoría de la letra sigue siendo de Miguel Ángel Quintero Pacheco y lo de las adiciones no afecta para nada el derecho de autor del poeta Quintero Pacheco, convirtiéndose simplemente en una "colaboración", si se quiere,pero jamás en algo de naturaleza estética o estructural, poéticamente hablando. Estas adiciones o "mejoras", o como queramos llamarlo, son frecuentes en las composiciones poéticas que terminan musicalizadas. Al respecto, y desde otros ángulo temático, después de haber realizado las correspondientes lecturas a varias obras de poesía o historia que han sido puestas a mi consideración, con el fin de escribir los respectivos prólogos, he sugerido modificaciones, corregido párrafos completos e insertado otros, en aras a la pureza lingüística de los libros, sin que ello me convierta en "coautor" de los mismos.

El caso de "Ocañerita", lo interpreto como una simple anécdota, aclarando que la trascendencia de este bambuco que, como bien afirma Gabriel Ángel, es nuestro himno regional, siempre se deberá a la factura poética de Miguel Ángel Quintero Pacheco y a la música del maestro Rafael Contreras Navarro.

La segunda parte del tema en discusión, tiene que ver con la interpretación que hace Mario Javier Pacheco de las frases:

"ojazos negros" y "los cielos de mi tierra se han quedado en sus pupilas", donde se pretende encontrar una supuesta contradicción. Opino que no existe y que dicha interpretación se hace de manera descontextualizada. Esos "cielos de mi tierra" tienen connotaciones estéticas y conceptuales que van más allá del presunto color "azul" que comúnmente se maneja en la lírica. Los cielos de Ocaña también son negros y estrellados, y refulgen, sobre todo en diciembre. Es decir, que no cabe la ortodoxia interpretativa.

Ojala este modesto aporte contribuya al conocimiento, divulgaciónafianzamiento de nuestra música vernácula.

Abrazos para todos, Luís Eduardo Páez García


16. Ocaña, 12 de marzo de 2007

Apreciados amigos:

Me sorprendí cuando encontré un correo de Gabriel Angel donde me pregunta el por qué no participé en el tema planteado sobre el bambuco "Ocañerita". Algo debió pasar con el equipo o con esta conexión de Internet que tengo, que es a través de tarjetas prepago, que impidió que el mensaje saliera oportunamente, como supuse. ¡Espero que ahora sí les llegue!

Saludos, Luis Eduardo Páez García


15. Bucaramanga, 2 de marzo de 2007

Barbatuscos florecidos
iluminando mis predios,
montaña azul del milagro:
¡Cómo sanan tus remedios!!! A.C.C.


A propósito de ALFONSO CARRASCAL CLARO y su incidencia en

la conformación del acervo cultural de Ocaña, considero que su voz y su obra han sido una larga, medida, honda meditación sobre las gentes y la tierra en donde resolvió –con sabiduría que le envidio- vivir con la elegante discreción de una raza que si bien ha sabido sortear los más disímiles problemas a los que se ha visto abocada en los últimos tiempos, también tiene una privilegiadatendencia al delirio visionario, a la devoción por las más arduasalquimias del alma y la aventura de perderse en horizontes desconocidos.

Encuentro de la mayor importancia que las autoridades locales lideren un frente común, en pos de que se compile todo el material que el maestro ALFONSO CARRASCAL CLARO escribió, cantó y declamó y que se ponga al alcance de las juventudes ocañeras, de la provincia y de Colombia. En un país en donde la destrucción y el olvido presiden con tan implacable furor cadahora de vida, esta voz transparente que ya no existe, pero que perdura en la memoria de quienes como yo lo hemos admirado, puede significar un buen comienzo de la casi abolida speranza. JESUS ALONSO VELASQUEZ CLARO


14. Ocaña, 1 de marzo de 2007

Hola Gabriel:

A raíz de tu correo de hoy, corrí presuroso a sacar de mi biblioteca cuadro de aproximadamente: 35 por 45 cm, donde tengo un escrito original en letra de imprenta, en tinta china, del bambuco Ocañerita, con la firma auténtica Miguel Angel Quintero Pacheco y cuya letra es:

Ocañerita

Eres linda ocañerita
del alto de Torcoroma,
fresca cual los helechos
que prenden por esas lomas.

Yo te quiero ocañerita
como se quiere a la fuente,
y por eso yo te mando
un beso por la corriente.

Son tus amores míos
ocañerita adorada
y tus ojazos negros
estrellas son de mi alma.

Yo te quiero solo a vos
y de mí sos la esperanza,
yo te quiero ocañerita
eres túreina de mi alma.

Los cielos de mi tierra
se han quedado en tus pupilas,
cantan los horizontes
cuando vas por la vereda.

La montaña al mirarte
se ha quedado pensativa,
enredada en tu falda
cual sutil enredadera.

Cordialmente, Carlos Carrascal Claro


13. Ocaña, 1 de marzo de 2007

Luis Eduardo, Gabriel Angel, Guido:

Estoy agradecido con ustedes, por las apreciaciones que hacen en sus escritos y que tienen que ver con mi trasegar vital, en campos como la Poesía, la Música y el canto. Sin embargo, para ser honesto con la historia y consecuente con mi visión de los principios que hacen al hombre íntegro, debo hacer unas pequeñas aclaraciones que estén acordes con la verdad y sean reflejo claro de la realidad justiciera de las cosas.

Cuando Luis Eduardo, habla de mi participación con: "El Trío Hacaritama", y menciona a Fernando García y José"Chema"

Páez. Como los integrantes de dicho conjunto musical, junto conmigo, estamos desconociendo una preciosa segunda voz, con ancestros en la Playa de Belén, que es: Jorge Eliécer "Toly" Claro Ovallos, hoy además sentido compositor, alma y nervio del conjunto, con sus dichos de cigarra campesina y enjundiosa risa, que con su mirada pícara y oblicua, conquistara el corazónde Elba, la consentida hija de "Campo" Pallares, y que me perdone Lolita su esposa por traer a cuento estas reminiscencias.

Pero es que, en justicia, yo participé en el trío, en la antigua emisora "Ecos de Ocaña", en un programa que se llamaba:

"Melodías al pie de tu almohada ", dirigido por Belisario Mattos, tío de mi apreciado Carlitos Mazzillli y cuando aquel aún no estrenaba su nombre hacaritama, con boleros y melodías románticas arrullando los corazones de las ocañeras, en esas noches de antaño, sin televisión que estorbara, y con luceros que sí se podían apreciar, pues la energía eléctrica apenas si nos alcanzaba para alumbrarnos con escasos bombillos en los frentes de las casas.

El Trío Hacaritama, final año 1956 o 1957: Primera voz: Carlos Carrascal; segunda voz: "Toly Claro" y tercera voz: Fernando García García.

En el año de 1993, reuní a los definitivos miembros del trío, con José "Chema" Páez como su primera voz y les propuse que grabáramos el LP que posteriormente se conoció con el nombre de: " Serenata a Ocaña". Ellos cantaron seis temas y yo otros seis, en condición de solista, con siete temas de mi autoría. Con arreglos de los maestros: Alfonso Guerrero y Alfonso Hernández.

Esta en suma, es la aclaración que quería hacer, para seguir guardando incólume el nombre y la merecida fama del Trío Hacaritama, que después de: "Los Provincianos", de los hermanos Durán y Oscar Fajardo, ha sido el conjunto musical que le ha dado renombre a nuestra tierra y que hasta elmomento no ha sido emulado en la interpretación, en su sin igual armonía y conjunción de sus voces.

Carlos Carrascal Claro

"Conformó el Trío Hacaritama con los artistas ocañeros Fernando G
arcía y "Chema" Páez, quienes dieron a conocer parte de su trabajo musical con el CD Serenata a Ocaña (1993)". (LUIS EDUARDO)

"Durante años hizo parte del TRIO HACARITAMA, uno de los conjuntos musicales con el mejor ensamblaje de voces y guitarras que por décadas ha tenido Ocaña y que ha mantenido su prestigio por la calidad de sus intérpretes y el amplio y hermoso repertorio musical. (GABRIEL ANGEL ).-


12. Medellín, 1 de marzo de 2007

Apreciado Carlos, en relación con la temática del bambuco OCAÑERITA, tengo la convicción de que es un valioso documento de la vida cultural de Ocaña. Qué importante tuviéramos una foto de ALFONSO con el maestro Rafael Contreras Navarro y/o con el Sr. Miguel Angel Quintero; y de ser posible; una nota manuscrita de tu hermano, en donde comentara al respecto de esa fotografía.

Luis Eduardo Páez García y posiblemente Mario Javier Pacheco, en su condición de escritores, también enriquecerán la temática de la HISTORIA DEL BAMBUCO OCAÑERITA; en la temática de CARTAS CRUZADAS que aparece en www.lapladebelen.org todo lo anterior, en pro de la vigencia yproyección de nuestro himno folclórico regional.

Yo tengo en mi biblioteca un escrito de Mario Javier, titulado Los símbolos. Aparece en la edición de la revista MAPACHE número 7, año 1991; en la página 76, se lee: (…)

Los cielos de mi tierra
Se han quedado en tus pupilas
” (ojos azules) y
Tus ojazos negros
Espejos son de mi alma

Sin apartarnos de Jorge Pacheco Jácome, sobre el figurativismo (sic) del verbo utilizado por los poetas, no deja de ser interesante el apunte. Y valga la aclaración:

La frase “Los cielos de mi tierra se han quedado en tus pupilas” no fue escrita por Miguel Angel Quintero en su versión original”.

Esta expresión que presento entre comillas por ser del amigo Mario Javier, no dejó de intrigarme, porque aparece en la letra del bambuco que teníamos la certeza era sólo de Miguel Angel Quintero, hasta que tú nos aclaraste de la participación de Alfonso Carrascal Claro; pero que en pro de la sana controversia, y sé que en tu disposición y humanismo aceptas, esperamos escuchar otras voces, entre otras, los amigos arriba citados; y los que quieran aportar más luces en este debate de amigos, temática auspiciada por la página Web que dirige el doctor Pérez Arévalo.

Cordial saludo, GABRIEL ANGEL


11. Medellín, 1 de marzo de 2007

GUIDO, atendiendo tu sugerencia le escribí a Carlos esta nueva carta que se suma a la secuencia, veamos que escribe nuestro amigo al respecto de mi solicitud.

Un abrazo, Gabriel Angel


10. Chinácota, 28 de febrero de 2007

Gabriel Angel:

Gracias por la buena noticia: Luis Eduardo y Mario Javier enriquecerán el debate. No sé cómo te parezca, pero ojalá pudiéramos conseguir una nota, escrita a mano por Alfonso.

¿Puedes tantear a Carlos? No sé cómo se tome esta idea, te dejo la reflexión. Ojalá tuviéramos una fotografía de Alfonso con el maestro Contreras o con Miguel Angel Quintero.

Tendríamos así un valioso documento.

Un abrazo, Guido

9. Medellín, 28 de febrero de 2007

GUIDO, en breve participará Luis Eduardo; y también, posiblemente, lo haga Mario Javier. En la mañana de hoy hablé telefónicamente con Martha Pacheco García, hermana de Mario y esposa de Lalo.

Cordial saludo, GABRIEL ANGEL


8. Medellín, 24 de febrero de 2007

CARLOS, en pasado correo me comentas de no haber un contrasentido en los ojazos negros y los cielos de mi tierra (azules) en la letrilla del bambuco OCAÑERITA.

Tú adviertes que no hay contradicción alguna, y estoy de acuerdo con tu opinión. Lo que ocurre es que nuestro amigo Mario Javier Pacheco le otorga sentido literal a lo que dicen los versos, y se olvida del sentido figurado de la metáfora, que es la reina de la poesía. Es esta figura literaria tan sublime que tiene condición de súper diosa, ella vive en un reino inaccesible; bosque lejanísimo que según García Lorca, "Donde ni la retórica, ni la alcahueta imaginación, ni la fantasía tienen entrada; planicie con los centros nerviosos al aire, de horror y belleza aguda, donde un caballo blanquísimo, mitadníquel, mitad humo, cae herido de repente con un enjambre de abejas clavadas de furiosa manera sobre sus ojos".

¿Te imaginas a un profano leyendo lo anterior? Estas mil bellezas y mil fealdades disfrazadas de palabras deben turbar la inteligencia de cualquiera, así se trate de una de las personas más cultas que pretenda, incluso con la ayuda de Minerva, buscar gazapos con el lente del cristal de sus ojos y el raciocinio de su intelecto…

Espero que Guido, el amigo que sigue el curso de esta grata charla virtual, agregue estas síntesis valorativa nuestra en la HISTORIA DEL BAMBUCO OCAÑERITA, tus aportes y los míos se unen para dejar en definitiva que la letrilla escrita a dos manos (Miguel Angel Quintero Pacheco y Alfonso Carrascal Claro) continúe arrullada por la música del maestro Rafael Contreras Navarro, canción que es Himno regional de Ocaña, y que en susversos y notas este bambuco fiestero nos habla de la frescura del monte de Torcoroma, esa región que en nuestra niñez conocimos y que en los cielos de un azul imposible nos hacían sentir cerca de Dios.

Cordial saludo, GABRIEL ÁNGEL


7. Ocaña, lunes, 26 de febrero de 2007

Asunto: Sobre el Sentido Poético

Gabriel:

Excúsame no haber contestado el correo del "asunto", pero di por hecho que tú estabas aceptando lo que te planteaba en relación con la apreciación de Mario Javier. Pero en definitiva tu parecer coincide plenamente con lo que expongo y sólo me resta decirte que la descripción que haces de la metáfora está totalmente ajustada a los cánones poéticos y a ese respecto sería inútil hacer mayores abundamientos.

Lo elemental del asunto para quienes tengan conocimientos someros en Poesía, es recalcar que así como un espejo puede reflejar el color azul del mar, sería absurdo que alguien sostuviera que el espejo es azul por ese solo hecho y que

para el caso que nos ocupa de nuestra Ocañerita, que yo sepa la mujer que inspiró a Miguel Angel Quintero Pacheco esa hermosa descripción de una serrana ocañera, fue DILIA GARCIA, que no recuerdo si era GARCÍA NUÑEZ, o GARCIA GARCIA, pero en todo caso del mismo tronco familiar de Rafael García Nuñez, de Luis García, de Emilio García el padre de mi querido amigo y partener musical Fernando García García, guitarra puntera y tercera voz del Trío Hacaritama, y ILIA GARCIA era una esbelta morena, espigada y de ojos negros o de un marrón profundo, detalle que me es impreciso, porque era yo un joven saliendo de los años de la niñez, cuando conocí a dicha dama, para quien, si no estoy mal, Miguel Angel compuso su hermoso bolero ACACIA,mismo que fue cantado por el Trío, en mi disco SERENATA A OCAÑA, en el año de 1994, y uno de su versos dice:

Las flores rojas semejan,
los labios de mi morena
donde se quedan prendidas
las abejas,
de mis penas.

De esta forma, ESOS OJOS NEGROS... pudieron perfectamente reflejar los bellos cielos azules de Ocaña, sobre todo los de mayo. Por eso los versos de Ocañerita:

Son mis amores tuyos
Ocañerita querida
y tus ojazos negros
estrellas son de mi alma.

Algunos suspicaces y de mente retorcida, dirán, como te comentaba, que el alma del poeta es negra como las estrellas negras a que alude, pero esas personas que así piensan, no tienen la más mínima idea del mundo que vivimos los enamorados.

Espero, Gabriel, haber aportado algo a tu baúl de recuerdos y de anécdotas de esta "Villa de Euquerio y de Margario". Le he cursado copia de este correo a nuestro dilecto y excelente amigo de La Playa de Belén, Doctor Guido Pérez, a quien también le comento que mis ancestros Claro, llenaron susprimeras miradas con el paisaje pardo y hermoso que se divisa entre Aspasica y La Playa de Belén.

Cordialmente, Carlos Carrascal - Claro carlos.cacacla@gmail.com


6. Medellín, 24 de febrero de 2007

Apreciado Luis Eduardo, nuestro amigo Carlos Carrascal en visita a la página www.laplayadebelen.org/, encontró, entre otros temas: la historia del bambuco "Ocañerita" e hizo su comentario, en relación con una observación que respecto de la letrilla hizo tu cuñado Mario Javier, y que aparece en eseartículo.

Carlos me comentó además: que dos estrofas del famoso bambuco son de la autoría de Alfonso. Al respecto, y en pro de la verdad histórica, que posiblemente debes conocer, se agregó ese dato.

En cuanto a la opinión de los ojazos negros y los cielos de mi tierra (azules) que hizo Mario Javier, hacemos un final aporte.

Me gustaría saber qué piensas al respecto. Es un tema de interés y lo sitúo en el tema intelectual del mundo literario.

Cordial saludo, GABRIEL ANGEL


5. Ocaña, 21 de febrero de 2007

Gabriel:

Notarás en Ocañerita, que las 2 primeras estrofas y las 2 siguientes del coro centran su atención en la mujer amada, mientras que los nombres de las cosas de la naturaleza, como: "Alto de Torcoroma", "los helechos", "esas lomas", "la fuente", "la corriente", ocupan un segundo lugar. Mientras que en las estrofas de Alfonso, "los cielos", "los horizontes", " la montaña", son protagonistas en esa relación con la mujer amada. En Alfonso, los horizontes"cantan", "la montaña... se queda pensativa" y se enreda voluptuosamente en la falda campesina de esa linda ocañerita, que más que mujer de la ciudad, es una arrayana preciosa de la "Montaña azul de Torcoroma", como diría Alfonso posteriormente en otro de sus poemas. Un detalle polémico en su época, tuvo que ver con el término: "estrellas" del final de la primera estrofa del coro, en donde Miguel Angel habla de ellas como fanales del alma del compositor, parangonándolas con los ojos negros de ella, lo que indicaría que el alma del poeta tiene una connotación oscura, negra. Siendo esta una apreciación equivocada. Algunos opinaban que era mejor cantar: "luceros son de mi alma".

Son tus amores míos
Ocañerita adorada
Y tus ojazos negros
Estrellas son de mi alma.

Creo que es Mario Javier Pacheco, según tu comentario, quien hace una crítica a aquello de que: "Los cielos de mi tierra, se han quedado en tus pupilas", sería incongruente con los "ojazos negros" de esa ocañerita de la canción, lo que es equivocado, pues el azul del cielo se puede reflejar en unos ojos "negros", "azules", "verdes", "miel", sin que por eso se esté identificando esos ojos con el color azul de los cielos de Ocaña.

Espero haber nutrido tu bagaje cultural con estos pequeños aportes de un compositor aficionado a la música.

Abrazos cordiales, Carlos Carrascal Claro

4. Ocaña, 21 de febrero de 2007

Hola Gabriel:

Solo hasta hoy acabo de leer tu comentario sobre Ocañerita, en laplayadebelen.org/. Estupendos tus apuntes. Solo quiero acotarte, que las dos estrofas finales del mismo, son de la autoría de Alfonso Carrascal Claro, quien con ese sentido de fraternidad y para no quitarle brillo a su autor Miguel Angel Quintero Pacheco, no quiso aceptar la sugerencia del mismoMiguel Angel en alguna ocasión en el Club Ocaña, de colocar los nombres de los dos, como autores de la famosa letra.

Te hago esta afirmación, con la certeza de quien fue compañero de Alfonso en sus aventuras literarias durante sus años mozos, en la habitación de la casa paterna.

Los cielos de mi tierra
Se han quedado en tus pupilas
Cantan los horizontes
Cuando vas por las veredas.

La montaña al mirarte
Se ha quedado pensativa
Engarzada en tu falda
Cual sutil enredadera.

Tu amigo, Carlos Carrascal Claro


3. Medellín, 27 de febrero de 2007

GUIDO, por mí puedes publicarlas. Me parece de gran importancia y trascendencia recoger con afecto estos temas tan cercanos a nuestra sensibilidad.

Comparto plenamente tus opiniones respecto de Alfonso Carrascal, el amigo que es para mí: esencia de la Ocaña señorial y romántica que se resiste a morir. Un abrazo, Gabriel Ángel -gabrielangel@une.net.co


2. Ocaña, 27 de febrero de 2007

Hola Guido:

Recibe saludos cordiales, que deseo extiendas a tu apreciada familia.

Me complace que te hayan llamado la atención los comentarios que hemos cruzado Gabriel Angel y yo, sobre aspectos del bambuco Ocañerita. Creo que es una manera de empezar a despejar algunas incógnitas y apreciaciones sobre cuestiones de nuestra música y la vida de sus compositores, así como otros temas atinentes al folclor y al acontecer de la vida de la comarca.

Te autorizo para que hagas la edición correspondiente sobre estos tópicos.

Deseo Guido, poner sobre el tapete de nuestro amistoso intercambio, una inquietud relacionada con la coreografía y la danza que se viene mostrando con el nombre de "La Ocañerita" que ha sido presentada en esta y en otras ciudades del país como danza tradicional ocañera, sobre todo en el certamen de la elección de la bella niña que representa a la ciudad, cuando en honor a la verdad, esta canción no tiene sus raíces en la antigua tradición folclórica de la ciudad y de la región, sino que su aparición data de la década del cincuenta y no precisamente como danza. Dejo a consideración el tratamiento de este tema.

Carlos Carrascal Claro